Yo Soy
Yo soy…
¿Quién?, se preguntan…
Y les digo: Yo soy…
Desde que llegué he sido alguien que no está refrenado ni restringido por convenciones u obligaciones… soy un no conformista. Mi actitud, mi vida y mi imaginación son únicas y afines tan sólo a mí, yendo a mi propio paso, con mi propio código de ética… Así he decidido vivir, así he decidido ser.
No soy bohemio, no soy artista, ni filósofo minimalista o un autóctono conservacionista que no deja de recordarles a otros en cuántos parajes y lugares ha estado. ¡No! Soy callado y podría importarme menos lo que otros piensen de mí.
No me dejo atrapar en un molde de mí mismo predefinido en un papel. Vivo mi vida libremente y no tengo miedo a contradecirme. Puedo rondar sitios sin sentido con otros o acompañarme a mí mismo en el bullicio de mi silencio.
Tengo el coraje de seguir mis sueños, pero más aún, puedo descifrarlos por lo que son, sin importar cuán imprácticos sean. Me tomo el tiempo necesario para desentrañar mis pasiones más secretas…
Abrazo la poca fe en otros que pudo dejarme una mala experiencia y también puedo reconstruirla de a momentos. No juego a victimizarme ni me rebelo contra mis desavenencias. Puedo ser un romántico incorregible y no temo a pedir ayuda porque no soy fuerte todo el tiempo. Sólo puedo ser brutalmente honesto ante las barreras frente a mí.
¿De qué les sirve todo esto que digo? Ése sería su problema a resolver. Dejen de rebelarse contra el “sistema”, sea cual fuese. Esto confirmaría que el “sistema” aún dicta sus comportamientos… De nada sirve disgustarse con algo simplemente porque es un convencionalismo.
Yo vivo el momento, por eso no tengo tiempo para vivir dentro de mi cabeza, más sí de hablar conmigo mismo. Me conecto con lo que me rodea. Tengo conversaciones con quien quiero sin importarme cómo podrían los demás verme. ¿Notas qué bello está el día?
No malinterpreten lo que les digo. No me vanaglorio de quién soy. Nada más lejos de eso…, mi ego está en paz. No busco reconocimiento, ni juzgo a otros como “convencionales”. Mis pensamientos, mis sentires, mis actuares son más profundos que eso. ¿No es acaso el ego la muerte de la autenticidad? Busco ser, no impresionar. ¡Por eso soy!
No hago promesas, pero si digo algo lo cumplo con total libertad. Y me preguntarán, ¿cuál es tu libertad? Sencillo, la mía es aquella hasta donde comienzan las suyas…
Y aún así se preguntan ¿quién soy?
En este momento que me estoy yendo les digo: no soy más que un espíritu libre…
Nota del autor: Esta historia está inspirada en un amigo llamado Firiberto. Este amigo se acercó con mucha cautela a nuestra casa hace unos años, y en varias ocasiones intentamos alejarlo. Sin embargo, “Firi” no cedió y nos obligó a entender que éramos adoptados por su espíritu libre y salvaje, viniendo y yendo a su antojo. En más de una ocasión se acercó este gato blanco y negro cuando estaba herido o maltratado por animales y humanos. Hace dos días, el 03 de Abril de 2014, se acercó por última vez para irse tan libre como siempre lo fue, bajo nuestras primeras y últimas caricias.